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Quedé viuda con dos hijos: desgarrador relato de la modelo

Su esposo, Federico Ribero, partió dejando un enorme vacío.

QPJ Zapping

El durísimo testimonio de Andrea Bursten sobre la pérdida de Federico Ribero: "Sentí miedo. Quedé viuda a los 40 con dos hijos chicos y creí que no podría sola".

En 2013, Andrea Bursten perdió a su marido y tuvo que encarar una nueva vida con dos niños de 8 y 11 años. Su dolor, el pánico que sintió y cómo logró rearmarse para salir adelante.

A mediados de 2011, la vida de Andrea Burstein cambió para siempre. La modelo, que hasta ese momento había tenido una vida soñada, tenía que enfrentarse a la peor noticia: Federico Ribero, su esposo y padre de sus dos hijos, fue diagnosticado con un cáncer de pleura muy agresivo.

Desde ese momento y por los dos años siguientes, la familia se acomodó a las quimoterapias, los rayos y todo lo que eso conlleva. Sin embargo, nada fue suficiente. En 2013 los médicos dijeron que la enfermedad se había expandido y ya no había nada más que hacer. En junio de ese año, el empresario falleció.

Andrea y Fede estuvieron juntos casi 20 años

Esta semana, Andrea le dio una nota a Luli Fernández en la que recuerda como si fuera hoy, la angustia y el miedo que sintió en aquel momento. "Nosotros desde el minuto uno, supimos que él no estaba bien. El médico me lo había dicho pero no lo escuché. Fede le puso todo y más para poder curarse pero lamentablemente no dependía de él".

"Su muerte mi peor pesadilla. Nunca me imaginé que me iba a quedar sola a los 40 años con dos chicos de 8 y 11. Tenía miedo de enfrentarme a la vida, a criar dos chicos sola, a encargarme de la economía sola. Tenia miedo de todo porque me tenía que encargar incluso de cosas que nunca me había ocupado, las inversiones, pagar las cuentas. Encima me quedé viviendo en la casa donde habíamos vivido con Federico. Ah?? tomé la decisión de irme y fue un alivio. Yo vivía en tortugas, pero trabajaba en el centro. Así que me fui al centro".

Ribero falleció a los 43 años. Sus hijos tenían 11 y 8 años.

Ese "empezar de cero" le permitió mantener la cabeza ocupada para seguir adelante y sobrellevar mejor el dolor. "En su momento me ayudó a poder procesar todo lo que estaba viviendo. Lo tomé como una posibilidad de aprender algo nuevo. Y hoy es de lo que vivimos".

Aunque pasaron 13 años de aquel día, Andrea admite que por momentos siente nostalgia de pensar que Federico se perdió un montón de momentos con sus hijos y viceversa. "En cada evento clave de la vida de mis hijos, lo imagino ahí. Pienso qué gestos haría o qué palabras diría. Después lo suelto y lo dejo ir otra vez. Ojo, lo logro porque pasó mucho tiempo, al principio no me resultaba tan fácil".

Pilares que la sostuvieron

Andy encontró apoyo en varios frentes que le permitieron reconstruirse:

Trabajo: Administrar los restaurantes de Federico, pese a no tener experiencia, se convirtió en una forma de procesar su dolor y encontrar un propósito.

Amigos y familia: El acompañamiento cercano, con gestos prácticos como llenar la heladera o cuidar a los niños, fue clave en los momentos más difíciles.

Nuevo comienzo: Dos años y medio después, mudarse de la casa familiar a un departamento en el centro le dio una sensación de paz y un espacio para "empezar de cero".

Volver a amar y aprender a soltar

Andy confesó que durante años tuvo "pánico de no volver a sentir amor nunca más por un hombre". Durante cuatro años conservó la alianza de matrimonio como un símbolo de su vínculo con Federico. Solo cuando volvió a enamorarse decidió quitársela, un acto de amor y de aceptación de que la vida debía continuar. "La vida es de los vivos", reflexiona, y agrega que su ejemplo también fue para sus hijos: enfrentar la pérdida, pero seguir adelante.

Transformación personal y mensaje final

Hoy, Andy se describe como una persona "más evolucionada, más empática, más amorosa". Su proceso de redescubrimiento le permitió valorar las pequeñas cosas de la vida y sentir la presencia de Federico a través de "señales", como vaquitas de San Antonio y colibríes. Su mensaje a otras mujeres es claro: "El tiempo y el amor curan y sanan. La aceptación es super importante para poder empezar otra vez una vida nueva. Vas a poder".

¿Quién fue Federico Ribero?

Federico Ribero fue un empresario gastronómico que murió en 2013 a los 43 años, víctima de un cáncer de pleura con metástasis en el pericardio, diafragma y columna vertebral. La enfermedad fue diagnosticada en 2011 y desde entonces, se sometió a toda clase de tratamientos para vencerla, aunque no pudo.

Los últimos años de su vida había tomado la decisión de correrse un poco del mundo comercial para abocarse de lleno al crecimiento espiritual donde, casi sin buscarlo, terminó dejando un importante legado. Hizo cursos en la Fundación "El arte de vivir" que le sirvió como base para luego escribir su propio libro, en el que promovía la importancia de vivir a fondo. cada día, detalla Pronto.

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