[QEPD] Murió un queridísimo actor argentino: así lo despidieron todos
El actor, director, dramaturgo y docente dejó de existir este miércoles. Con más de seis décadas en los escenarios, fue una figura clave del teatro de Rosario.
El teatro rosarino está de luto. Este miércoles falleció a los 82 años Lauro Campos, referente indiscutido de la escena. Actor, director, guionista, docente y apasionado de las tablas, dedicó más de 65 años a la actividad teatral y dejó una huella imborrable en generaciones de artistas.
Nacido el 23 de abril de 1943 en Rosario, su verdadero nombre era Luciano José Ramón Corvalán. Con una vida marcada por el arte y el compromiso, Campos llevó adelante una intensa carrera como actor, comediante, autor y director, con adaptaciones memorables de clásicos del teatro universal como Romeo y Julieta y Macbeth de William Shakespeare, o La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre de Federico García Lorca.
A la par de su actividad teatral, Campos también fue abogado y funcionario judicial. Desde 1966 ejerció como letrado, y entre 1974 y 2007 se desempeñó como asesor de menores en el Juzgado de Menores de la Segunda Nominación de Rosario, combinando con admirable equilibrio el derecho y el arte.
En 2017 fue distinguido por el Concejo Municipal como Artista Distinguido de Rosario, un reconocimiento a su incansable labor por la cultura de la ciudad. Su compromiso con el teatro no se limitó al escenario: también formó y guió a nuevas generaciones como docente y mentor.
El año pasado, luego de cumplir 65 años de trayectoria ininterrumpida, Campos decidió retirarse de la actuación con el estreno de su última obra, Memorias de un viejo gitano. Fue su forma de cerrar un ciclo con altura y convicción: "Es una decisión meditada y no estoy triste. Quiero abandonar la escena cuando todavía puedo dar lo mejor de mí mismo", expresó entonces.
"Seguiré junto al teatro en otras labores que me ha permitido: la dramaturgia, la dirección, la producción, el diseño de vestuario y maquillaje. En fin, todo lo que no signifique exposición. Y como diría el abogado que aún vive en mí: será justicia", agregó con su habitual lucidez.
El legado de Lauro Campos quedará vivo en la memoria del teatro rosarino y en cada artista que compartió su camino.
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