De la peor forma: así encontraron a Lourdes de Bandana en la casa de su ex pareja
El hombre, con antecedentes por violencia y uso de armas, quedó detenido por orden judicial.
La noche del jueves, un fuerte operativo policial alteró la calma del barrio de Palermo. Efectivos de la Policía de la Ciudad irrumpieron en un edificio de la calle Ravignani al 2100, donde finalmente arrestaron a Leandro Esteban García Gómez, de 46 años. El empresario había negado en varias ocasiones que su pareja, Lourdes Fernández -exintegrante del grupo pop Bandana-, se encontrara en su vivienda. Sin embargo, una orden de allanamiento emitida por el Juzgado N°47 confirmó lo contrario: la artista estaba allí, escondida y en un visible estado de vulnerabilidad.
La alerta había surgido horas antes, cuando la madre de Lourdes y su compañera de grupo, Lissa Vera, denunciaron su desaparición. La cantante había enviado mensajes asegurando que estaba bien, aunque sin revelar su paradero. Las inconsistencias en los dichos de García Gómez y su negativa a permitir el ingreso de la policía encendieron las alarmas. Finalmente, el operativo culminó con la detención del empresario y el traslado de Lourdes al Hospital Fernández, donde recibió atención médica y contención psicológica.
Un empresario con fachada exitosa y un pasado oscuro De acuerdo con documentos oficiales, Leandro García Gómez es licenciado en Administración de Empresas, padre de dos hijas, y figura como socio en al menos dos firmas privadas. También trabajó en distintos organismos del Estado, entre ellos el Ministerio de Economía y el Correo Argentino. Sin embargo, detrás de esa apariencia de profesional exitoso se esconde un prontuario cargado de episodios violentos, conflictos judiciales y deudas millonarias.
Según publicaron los colegas de Infobae, la historial judicial se remonta a varios años atrás. En 2019, una abogada que fue su pareja lo denunció por violencia de género, causa que derivó en una orden judicial para colocarle una tobillera electrónica de monitoreo. La medida se mantuvo vigente hasta abril de 2021. En esa misma etapa, García Gómez protagonizó un episodio con un arma de fuego, hecho que lo llevó a ser condenado en diciembre de 2020 a dos años y cuatro meses de prisión en suspenso.
El tribunal que dictó la condena estableció que debía someterse a tratamiento psicológico y psiquiátrico, ya que el propio acusado reconoció ante la Justicia su consumo de cocaína y ansiolíticos sin prescripción médica. En su descargo, admitió que había creído que el arma "era de juguete", aunque se trataba de una pistola Glock 9 milímetros.
Violencia reiterada y denuncias cruzadas En noviembre de 2022, Lourdes Fernández denunció a García Gómez por violencia doméstica, y recibió un botón antipánico para su protección. Aun así, la relación se reanudó meses después, lo que expuso nuevamente a la cantante a un entorno de riesgo. Según fuentes judiciales, las denuncias de agresión y hostigamiento eran frecuentes, y los antecedentes de García Gómez pesaban sobre cada intervención policial.
Pero su prontuario no se limita al ámbito personal. En 2022, un propietario de un departamento en el complejo La Algodonera, en Colegiales, lo demandó por daños, destrozos y falta de pago del alquiler. En la causa civil, el denunciante describió un panorama alarmante: gritos, peleas, allanamientos, y hasta disparos dentro del edificio. Cuando el dueño recuperó el inmueble, lo encontró completamente destruido, con electrodomésticos rotos y muebles destrozados.
Además, el empresario enfrenta demandas por más de 3 millones de pesos en expensas impagas, correspondientes al mismo edificio donde fue detenido esta semana. Estos antecedentes revelan un patrón de comportamiento violento y evasivo, con causas tanto penales como económicas.
Un perfil bajo investigación constante García Gómez fue beneficiado en varias oportunidades con sobreseimientos y faltas de mérito, pese a la cantidad de denuncias acumuladas en su contra. Las causas, distribuidas en distintos juzgados civiles y penales, incluyen violencia de género, amenazas, incumplimiento de contrato y daño a la propiedad.
Su entorno lo describe como un hombre de carácter fuerte, impulsivo y manipulador, capaz de mostrarse seductor y convincente en los negocios, pero violento en el plano íntimo. Las autoridades judiciales confirmaron que seguirá detenido e incomunicado mientras se analizan las circunstancias en las que mantuvo a Lourdes Fernández oculta en su domicilio.
La cantante, por su parte, permanece bajo asistencia psicológica y con medidas de protección renovadas. Su caso reabre el debate sobre la reincidencia en casos de violencia de género y la falta de control judicial sobre agresores con antecedentes, especialmente cuando se trata de personas con poder económico o influencias.



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