Trucazo: el curioso método para comer pan sin engordar, según un médico
Según un médico, esta práctica doméstica no solo evita el desperdicio, sino que modifica la estructura del almidón, reduciendo el impacto en la glucosa y la cantidad de calorías que el cuerpo aprovecha.
El pan es un alimento tradicional en la mesa argentina, pero su consumo suele generar culpa por su alto contenido en carbohidratos. El doctor Alexandre Olmos Torres, a través de un video en redes sociales, reveló un "truco" que es fácil y económico: congelar el pan antes de consumirlo.
La recomendación: "¿No congelas el pan antes de comerlo? Deberías empezar a hacerlo", aseguró el especialista.
Según Olmos, la congelación y posterior descongelación no solo permite conservar el alimento, sino que tiene un efecto directo en nuestro metabolismo.
La ciencia detrás del pan congelado: Menos glucosa, más saciedad
El beneficio central de este método radica en la transformación de los componentes del pan:
Almidón Resistente: Al congelar y descongelar, parte del almidón habitual se transforma en almidón resistente.
Menos absorción: A diferencia del almidón común, el resistente no se digiere en el intestino delgado y no se absorbe completamente.
Picos de Glucosa: Este proceso hace que el pan "genere menos picos de glucosa".
Menos calorías: Como el almidón no se absorbe por completo, la cantidad de calorías aprovechadas por el organismo disminuye.
Además del beneficio metabólico, el pan tratado aumenta la sensación de saciedad, lo que ayuda al control del apetito y a la ingesta global de kilocalorías.
Bonus track: Un prebiótico para el intestino
El doctor Olmos también destacó el beneficio para la salud digestiva. El almidón resistente, al llegar al colon sin digerirse, actúa como un prebiótico, es decir, alimenta a las bacterias beneficiosas de la microbiota.
Consejo práctico: Para conservar mejor el sabor y la textura, el especialista recomienda cortar el pan en porciones antes de congelar y consumirlo tras la descongelación tostado o calentado en horno.
Este método es un recurso sencillo y eficaz para reducir el desperdicio de alimentos y disfrutar del pan sin el miedo de sumar kilos de más.



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