¿Por qué se seca la nariz y sangra en otoño? La respuesta sorprende
Recomendaciones para no llegar a extremos y lastimarse por dentro.
Las hemorragias nasales son más frecuentes en invierno y otoño debido a la sequedad del aire y las temperaturas más bajas. La sequedad puede irritar la membrana nasal, creando costras que al rascarse pueden sangrar. Además, el aire frío puede contraer los vasos sanguíneos, y luego, al calentarse, dilatar, lo que los hace más propensos a romperse.
El frío no solo afecta la nariz por fuera, sino también por dentro. Las mucosas nasales, al perder humedad, se vuelven más vulnerables a pequeñas lesiones, lo que explica por qué muchas personas experimentan sangrados incluso sin golpes ni traumatismos evidentes.
El aire seco y las temperaturas bajas pueden provocar las hemorragias nasales de la siguiente manera:
Sequedad:
El aire seco puede resecar la membrana nasal, haciéndola más frágil y propensa a agrietarse y sangrar.
Variaciones de temperatura:
Al pasar del frío al calor, los vasos sanguíneos de la nariz pueden contraerse y dilatarse bruscamente, lo que puede causar su ruptura.
Costras y rasguños:
La sequedad puede crear costras en la nariz, que al rascarse o hurgarse pueden sangrar.
Para prevenir las hemorragias nasales en climas fríos y secos, se recomienda:
Humedad:
Usar un humidificador en casa puede ayudar a mantener la humedad en el aire.
Lubricación:
Aplicar un gel nasal o ungüento suave alrededor de los orificios nasales puede ayudar a mantener la nariz húmeda.
Evitar la irritación:
No hurgar ni rascar la nariz, y evitar sonarse con mucha fuerza, puede prevenir la ruptura de los vasos sanguíneos.
Si tienes hemorragias nasales frecuentes, consulta a un médico para descartar cualquier problema de salud subyacente.
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