Murió un queridísimo cura y en su velorio hubo un gesto que conmovió a todos

Una imagen profundamente conmovedora se vivió este lunes por la tarde en la Catedral María Auxiliadora, Pascual, el fiel gato de un sacerdote que falleció recientemente, permaneció junto al ataúd de su humano durante todo el velorio.

El gesto del pequeño felino no pasó desapercibido. En silencio, con mirada triste y sin moverse del lugar, Pascual dio una lección de amor y fidelidad que tocó el corazón de todos los que participaron de la despedida.

El sacerdote era muy querido por la comunidad educativa del Instituto San Ambrosio, cuyos estudiantes y docentes lo despidieron con emotivas palabras:
"Siempre estabas dispuesto a ayudar con tu calma serena y tu escucha atenta. Nos apena tu partida, nos dolerá tu ausencia, pero a la vez nos alegra tu descanso en las moradas eternas donde el Padre Eterno de seguro te ha recibido con los brazos abiertos, lleno de amor y misericordia."

La escena, entre lágrimas, rezos y abrazos, fue un verdadero testimonio del cariño que supo sembrar este cura durante su vida. Pero sin dudas, el silencioso pero presente acompañamiento de Pascual fue lo que terminó de romper todos los corazones.