¡Mamita querida! El archivo secreto que tiene el Vaticano bajo llave
Los muros centenarios guardan un documento protegido durante años por los distintos Papas que pasaron en la Santa Sede.
Detrás de muros centenarios, resguardado con un nivel de seguridad sin precedentes, el Archivo Apostólico Vaticano -antiguamente conocido como "Archivo Secreto Vaticano"- guarda documentos que abarcan más de doce siglos de historia. Aunque muchos creen que su contenido está rodeado de secretos oscuros, lo cierto es que se trata de uno de los archivos históricos más importantes del mundo, y sólo una parte mínima de sus más de 85 kilómetros de estanterías ha sido abierta al público.
Hasta 2019 se lo conocía como "Archivo Secreto Vaticano", pero el Papa Francisco decidió cambiarle el nombre para evitar malentendidos. El término "secreto" derivaba del latín secretum, que en su origen significaba "privado" o "personal". Sin embargo, en la cultura popular se prestaba a interpretaciones conspirativas.
¿Qué guarda el Vaticano bajo llave?
El archivo contiene documentos sobre juicios eclesiásticos, correspondencia entre papas y reyes, informes sobre inquisiciones, y uno de los expedientes más controvertidos: el juicio a Galileo Galilei en 1633, acusado de herejía por afirmar que la Tierra gira alrededor del Sol.
También se conservan cartas escritas por figuras históricas como María Antonieta, Miguel Ángel, Lutero y Abraham Lincoln. Pero uno de los documentos más enigmáticos es el Codex Purpureus Rossanensis, un evangelio bizantino del siglo VI escrito en letras de oro y plata sobre pergamino púrpura, un manuscrito de incalculable valor cultural y religioso.
¿Qué no se puede ver?
A pesar de los avances en transparencia, gran parte del archivo aún no está disponible para investigadores. Por ejemplo, los documentos relacionados con el papado de Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial solo comenzaron a abrirse en 2020, en medio del debate sobre el rol del Vaticano frente al Holocausto. Hay otras secciones que permanecen cerradas, algunas por razones diplomáticas, otras por lo delicado de su contenido histórico.
La reserva también contiene detalles inéditos sobre exorcismos documentados por la Iglesia, denuncias internas sobre abusos que datan de siglos atrás y comunicaciones privadas entre el Vaticano y regímenes autoritarios del siglo XX.
Un acceso restringido
No cualquier persona puede consultar estos documentos. Solo investigadores acreditados con grados académicos pueden ingresar, y no se permite tomar fotografías ni usar dispositivos electrónicos. Se controla qué se consulta, cuánto tiempo se permanece, y qué se publica posteriormente.
El silencio del Archivo Apostólico Vaticano sigue alimentando el misterio. Aunque lejos de las teorías conspirativas, su verdadero poder radica en la memoria histórica que conserva, capaz de cambiar -o confirmar- muchas versiones oficiales sobre los grandes hechos del mundo occidental.
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