León XIII fue clave en la Iglesia: por qué Robert Prevost eligió llevar su nombre
Su legado inspiró al nuevo pontífice, Robert Prevost, a adoptar el nombre de León XIV tras ser elegido como el 267º Papa.
Este jueves, el cónclave de cardenales eligió a Robert Prevost como el nuevo papa, convirtiéndose en el 267º Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. El religioso estadounidense, con nacionalidad peruana, sorprendió al elegir el nombre León XIV, en homenaje a una de las figuras más influyentes del Vaticano en el siglo XIX: el papa León XIII.
Nacido como Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci en 1810 en Italia, León XIII lideró la Iglesia Católica desde 1878 hasta su muerte en 1903, convirtiéndose en uno de los papas más longevos y con uno de los pontificados más extensos de la historia. Su legado marcó profundamente la relación entre la Iglesia y el mundo moderno, dejando huella especialmente en el pensamiento social católico.
León XIII es ampliamente recordado por su encíclica "Rerum Novarum" (1891), considerada el documento fundacional de la Doctrina Social de la Iglesia. En ella abordó los desafíos del mundo industrializado: defendió el derecho de los trabajadores a condiciones laborales dignas, al salario justo y a la organización sindical, al mismo tiempo que sostuvo el valor de la propiedad privada y criticó tanto el socialismo extremo como el capitalismo deshumanizante.
Su pensamiento promovía un equilibrio entre justicia social y principios cristianos, y sentó las bases para futuras intervenciones papales en temas sociales.
Impulsó el renacimiento del pensamiento tomista, alentando el estudio de Santo Tomás de Aquino como base filosófica y teológica para la Iglesia moderna.
Buscó una postura conciliadora con los estados modernos, en contraste con su antecesor Pío IX, iniciando un camino de diálogo con el mundo laico.
Su papado, de 25 años, fue uno de los más largos, y murió a los 93 años en 1903.
En su primer discurso desde el balcón del Vaticano, León XIV hizo referencia directa a su inspiración espiritual, y también dedicó palabras emotivas a Francisco, su antecesor:
"Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil pero siempre valiente del papa Francisco, que bendecía a Roma".
En sus palabras, el nuevo pontífice habló de una paz "desarmada y desarmante", en sintonía con el mensaje de reconciliación y justicia social que caracterizó al papa León XIII. Su elección del nombre no solo es un tributo, sino también una declaración de principios en un momento clave para el rumbo de la Iglesia Católica en el siglo XXI.
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