"El papa León XIV no es progresista", habló su mejor amigo
"Nada que ver con Francisco"...
César Piscoya, amigo peruano del papa León XIV: "Roberto no es progresista, ni lo será, es muy equilibrado".
Nacido en Chiclayo, trabajó de 2017 a 2022 junto al obispo Prevost en la diócesis que el nuevo pontífice saludó en su primera aparición pública. Asegura que "es una persona serena, que escucha, y que está atenta a los signos de los tiempos"
César Piscoya, amigo del papa León XIV, habla de sus tiempos como Obispo de Chiclayo Desde el 8 de mayo de 2025 y con la fumata blanca más rápida de los últimos cónclaves, el Papa de la Iglesia Católica es León XIV, el cardenal Robert Prevost, agustino estadounidense-peruano, de 69 años y a quien lo precede una trayectoria que permite anticipar tanto unidad como continuidad en la diversidad de la vida eclesial global.
Para conocer más al nuevo Papa, entrevistamos para Infobae a un verdadero amigo de León XIV, el sociólogo y teólogo peruano -más específicamente "chiclayano"- César Piscoya quien con su primera frase ya nos da la dimensión de su alegría: "Mi pueblo está viviendo la experiencia que han vivido ustedes en Argentina, sentirse bendecidos porque el Papa salió de su gente".
Nacido en Chiclayo, departamento de Lambayeque, en el año 1974, César se formó en la orden agustina en Trujillo y en ese contexto conoció a quien hoy es el Papa: "Con mis padres nos fuimos a vivir a Trujillo, allí hice mi formación tanto primaria como secundaria y universidad, estudié durante 4 años Ciencias Biológicas. Casi terminando mi formación universitaria, la dejé porque entré en la comunidad agustina. Esto lo viví con Roberto quien fue a casa a invitarme a vivir esta experiencia con ellos", suelta con naturalidad ese "Roberto" que se refiere a quien era en ese tiempo el sacerdote agustino Robert Francis Prevost Martínez.
Quien hoy es León XIV le hizo una invitación a César confiando en el Espíritu Santo: "En 2016 volví a Perú con mis tres hijos y es allí donde me reencuentro con Roberto. Me hace una invitación, sabiendo el dolor y el sufrimiento que había pasado, conversamos mucho y me dijo ‘yo creo que si esto es del Espíritu, será, pues vente, ayúdame', sabiendo que tomar distancia de Cochabamba nos ayudaría mucho a todos".
César confió y en febrero del 2017 retornó al Perú, su tierra: Chiclayo: "Y estuve trabajando con Roberto hasta diciembre del 2022 en nuestra diócesis con la experiencia adquirida en Cochabamba como teólogo pastoral y sociólogo; ahora ya soy padre de cinco hijos".
-Sí, porque allí está la Curia General de los agustinos y desde allí acompaña a la orden en todos los países en los que está. Esa experiencia debe haber sido algo que agradó a Francisco. Pero, cuando Roberto está volviendo a Chicago para asumir otra vez un compromiso que le da su provincia como agustino, desde allí Francisco lo llama para nombrarlo Obispo de Chiclayo. En noviembre del 2014 lo nombra administrador apostólico de Chiclayo e inicia su episcopado en diciembre del 2015. Durante 2016 conoce la diócesis, nos reencontramos a fin de año y en el 2017 iniciamos todo el proyecto Pastoral que Implementamos con él en el tiempo que le tocó estar en Chiclayo.
-Vos realmente lo conocés en el día a día, en el codo a codo. ¿Cómo era monseñor Roberto en esos tiempos de obispo de Chiclayo?
-Primero creo que es importante recoger y hacer memoria de que la invitación que él me hace es para animar un proceso pastoral de renovación misionera. Él sabía que el contexto de Iglesia del Concilio Vaticano II no estaba presente aún en Chiclayo. Chiclayo no estaba viviendo esa experiencia porque teníamos más de 60 años del Opus Dei.
Había una presencia de Iglesia -si quieres- un poquito más centrada en lo sacramental, lo litúrgico, más dentro de la sacristía como Francisco también lo expresa, una Iglesia que tiene como temor de salir de su contexto, de su entorno. Roberto ve que la diócesis necesitaba conocer un poco más el Concilio y necesitaba ser una Iglesia del Concilio; por eso iniciamos el proyecto diocesano de renovación y evangelización, pero también porque en ese contexto de Iglesia el tema del patriarcado, del machismo, del clericalismo estaba muy muy presente. Hombres y mujeres estaban convencidísimos de que la Iglesia se sostenía solamente en el sacerdote y que lo que él decía o hacía era palabra de Dios.
Cuando se supo que el cardenal Prevost había elegido el nombre de León XIV para su pontificado, inmediatamente nos remitió a León XIII quien en mayo de 1891 publicó la carta encíclica "Rerum novarum - Sobre la situación de los obreros", determinante impulsora de la Doctrina Social de la Iglesia católica.
En esta línea, César Piscoya sigue haciendo memoria del padre Roberto cuando marca que su acción en Chiclayo "no se sesgó allí". "Así como había un desafío evangelizador, junto con él aparecía el desafío de la promoción humana. La diócesis particularmente tampoco había desarrollado esta dimensión más que con una que otra comisión que por allí existía que se preocupaba por la movilidad humana interna y un poco por la salud", dice.
"Con Roberto, a través de este proyecto, implementamos comisiones como la de colegio integral, la de trata y tráfico, la pastoral carcelaria, la de salud. Con ellas y algunas que ya existían, como catequesis, liturgia, las propias y ordinarias, constituimos equipos de trabajo. Y esto es clave para su pontificado y estoy seguro de que así lo será", sostiene.
-Hemos visto en estos días varias fotos de monseñor Prevost a caballo, con botas de lluvia y en inundaciones. ¿Qué sucedió en esos lugares donde la Iglesia estuvo presente a través de su obispo?
-Roberto nunca dejó de preocuparse por toda esa situación y contexto social. En sus tiempos, nos tocó, en 2017, 2018, el fenómeno del Niño que generó inundaciones, desbordes de ríos, "huaicos" como decimos nosotros [corrimientos de tierras], o mazamorra de piedra y lodo que se desprende de las montañas. Esa realidad tocó muy fuerte a la costa Norte, a Chiclayo y a Piura, que fueron los departamentos más golpeados. Roberto movilizó a Cáritas y con su cooperación se intervino en la emergencia. Estuvo presente en esas situaciones de desastres naturales y además acompañó involucrándose en la misma entrega de alimentos, escuchando a la gente, yendo en la camioneta, en el helicóptero, estando presente en el lugar de la emergencia, era propio de su ser misionero, de su ser pastor.
Robert Prevost, hoy papa León XIV, en sus tiempos de administrador apostólico de Chiclayo, durante una celebración del Corpus Christi en un estadio, en Chiclayo, Perú, el 19 de junio de 2015.
"Roberto no es progresista, no lo es ni lo será, es muy equilibrado"
-Ya vamos conociendo varios aspectos de la personalidad del Papa León: su profundidad, concentración en el otro, factor de unidad, sereno, ¿qué le podés sumar vos a la personalidad de tu Roberto?
-Yo he leído por allí que lo van definiendo ideológicamente, incluso dicen que es progresista. Roberto no es progresista, no lo es ni lo será. Roberto es un hombre muy equilibrado en su forma de ser y proceder, y con mucho respeto al magisterio de la Iglesia. Siempre recuerdo que cuando nos acercábamos a las parroquias donde estaba la presencia del Opus Dei muy fuerte, él me decía: "No dejes de citar a Juan Pablo II, siempre cita a Ratzinger y, por supuesto, a Francisco". Es decir, él daba continuidad al magisterio respetando los espacios y procesos de cada comunidad parroquial. Era una persona muy disciplinada, no faltaba a ninguna reunión, era responsable en los espacios y lugares donde se le convocaba, incluso en espacios de autoridad.
César continúa perfilando al nuevo Papa: una persona calmada, que escucha, muy prudente, prestaba atención al contexto y sacaba de los diálogos las respuestas que le demandaban, "incluso en algún momento lo conversamos, su prudencia hasta podría ser pecado decía él". También ayudaba a sus colaboradores "a ser conscientes de la capacidad que nosotros teníamos para dar respuesta a los conflictos. Así lo afirmó en su primer discurso citando a san Agustín: ‘Para ustedes, obispo; con ustedes, cristiano'".
César Piscoya, amigo del papa León XIV, habla de sus tiempos como Obispo de Chiclayo Roberto: "uno más con la gente".
"Ese era Roberto con nosotros: uno más, no solamente caminamos juntos sino que su propuesta fue de construcción y vinculación. No es la mediación porque tampoco nos gustaba esa figura porque la Iglesia es ‘parte de', no está ‘al margen de', sino ‘adentro'. Entonces él decía: vamos a construir consensos con quienes se involucran en el diálogo y escuchaba a ambas partes, no se parcializaba con uno u otro, siempre encontraba en los dos las razones para superar el conflicto. Y esto era un aprendizaje fabuloso con él cada día", describe con fervor nuestro entrevistado, detalla Infobae.
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