Diputados aprobó retrasar una hora los relojes: qué significa y cómo nos afecta
La Cámara baja dio media sanción a un proyecto para modificar el huso horario oficial de Argentina. Ahora deberá definirse en el Senado.
En una sesión que terminó pasada la medianoche, la Cámara de Diputados aprobó con 151 votos a favor, 66 en contra y 8 abstenciones un proyecto impulsado por el mendocino Julio Cobos que busca cambiar la hora oficial en todo el país.
¿Qué significa el cambio?
Actualmente, Argentina usa el huso horario -3 GMT (tres horas menos que el meridiano de Greenwich). El proyecto propone que pasemos al huso -4 GMT, es decir, que atrasemos una hora los relojes.
Ejemplo simple:
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Si hoy amanece a las 7:30, con el nuevo horario amanecería a las 6:30.
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Si hoy el noticiero de las 20 empieza de noche, con el cambio sería todavía de día.
En resumen: el sol saldría y se pondría más temprano según el reloj.
¿Por qué quieren hacerlo?
Cobos y quienes apoyan la iniciativa dicen que:
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Es el horario que naturalmente le corresponde a nuestro territorio.
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Ayudaría a la salud: evitaría el "jet lag social" que genera dormir y despertarse en horarios desfasados con la luz natural.
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Podría ahorrar energía: sobre todo en escuelas y oficinas, que aprovecharían más las horas de sol.
¿Se puede volver atrás?
El proyecto deja abierta la posibilidad de que, en verano, el Poder Ejecutivo decida volver al huso actual (-3 GMT), parecido a lo que se conocía como "horario de verano".
¿Ya se hizo antes?
Sí. Argentina cambió varias veces la hora a lo largo de su historia:
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En 1999 una ley ya había establecido el huso -4, pero fue derogada poco después.
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En 2007 se aplicó el cambio de horario de verano, que se suspendió en 2009 y nunca volvió.
Si el Senado lo aprueba, sería el primer cambio oficial de horario en más de 15 años.
Lo que viene
El proyecto ahora pasará al Senado, que tendrá la última palabra.
Si se aprueba, en los próximos meses todos deberemos atrasar los relojes una hora, un cambio que impactará en la vida cotidiana, desde los horarios laborales y escolares hasta los programas de TV y las rutinas familiares.
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