Gobernadores se plantan ante Milei y exhiben poder en Córdoba
Con reclamos sin respuesta y en medio de la campaña electoral, los mandatarios provinciales preparan un acto en Río Cuarto para marcar distancia de la convocatoria presidencial.
Los gobernadores provinciales atraviesan un momento de abierta desconfianza hacia la Casa Rosada. Tras la derrota de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo nacional lanzó una mesa de diálogo para recomponer fuerzas, pero la mayoría de los mandatarios no encuentra razones para sumarse.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, fue uno de los más duros al exponer sus motivos: "No son leones, son palomas de iglesia, porque cagan a los fieles. A mí me cagaron con obras y me cagaron en lo electoral, con candidatos que me destrozan", lanzó. Su posición refleja el malestar generalizado de quienes consideran que las promesas de Nación llevan más de un año sin cumplirse.
En este contexto, las Provincias Unidas -integradas por Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz)- se preparan para mostrar músculo político el próximo viernes en la Sociedad Rural de Río Cuarto. El encuentro, al que podrían sumarse más referentes, busca enviar un mensaje claro: los gobernadores no están dispuestos a respaldar a un oficialismo en crisis sin antes obtener respuestas concretas.
El triunfo arrollador de Axel Kicillof en Buenos Aires, con más de 13 puntos de diferencia sobre los libertarios, también reconfiguró el escenario. Varios mandatarios saludaron públicamente al bonaerense, un gesto interpretado como advertencia hacia Milei. Pullaro, por ejemplo, fue tajante en redes: "La gente viene hablando fuerte y claro. El gobierno sigue sin escuchar, paralizado".
Los reclamos son múltiples: fondos retenidos, deudas acumuladas y una campaña libertaria agresiva en los territorios, que erosiona a los oficialismos locales. "Nos cagaron con los recursos durante un año y medio y ahora, después de la paliza en Buenos Aires, quieren que les pongamos el hombro", confesó uno de los gobernadores en reserva.
La estrategia libertaria de Eduardo y Martín Menem, basada en listas propias "puras", se desplomó en la mayoría de las provincias. En Corrientes, por ejemplo, no alcanzaron ni el 10% de los votos. Aun así, la Casa Rosada insiste en enfrentar a los gobernadores con candidatos locales, aumentando la tensión en plena campaña hacia el 26 de octubre.
En paralelo, los mandatarios del interior buscan consolidar un espacio alternativo al peronismo y a Milei, con la mirada puesta en las presidenciales de 2027. "El PJ estará atrapado en la interna entre Cristina Kirchner, La Cámpora y Kicillof. Ese no debe ser nuestro lugar. Necesitamos algo nuevo y competitivo", aseguró un armador de Provincias Unidas.
La cita en Córdoba será la primera gran demostración de fuerza opositora tras el golpe electoral al oficialismo. Y, según advierten en las provincias, apenas un anticipo de lo que está por venir.
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