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Cómo evolucionó la deuda estatal neta durante los últimos 4 gobiernos

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Infobae presentó el "Endeudómetro argentino": cómo evolucionó la deuda estatal neta durante los últimos 4 gobiernos.

Hasta ahora la gestión Milei redujo el stock total en el equivalente a casi USD 40.200 millones, pero la aumentó en lo que va de 2025. Datos desde 2011 y algunos vicios: ignorar la deuda local, destruir activos y hacer trampa jugando al solitario

En el primer año y medio del gobierno de Javier Milei la "deuda estatal neta" del estado nacional cayó en USD 40.170 millones, producto de una caída de la deuda neta en pesos equivalente a 47.498 millones de dólares y un aumento de la deuda en dólares de USD 7.328 millones.

A su vez, la evolución de esa cuenta del sector público, que consolida deudas del Tesoro y del Banco Central y tiene también en cuenta los activos de ambos -por eso es un concepto mucho más preciso y afinado que "deuda pública" o "deuda externa"-, no ha sido lineal bajo la gestión mileísta. La reducción del endeudamiento estatal neto ocurrió hasta fines de 2024 y se debió mayormente al "desarme" de los pasivos remunerados del Banco Central (BCRA), pero en 2025 la deuda estatal neta volvió a aumentar. Lo hizo en USD 5.500 millones en lo que va del año.

Los datos, elaborados por Pablo Repetto, jefe de investigaciones de Aurum, una Agencia de Liquidación y Compensación (ALyC) habilitada por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que pueden parecer sorprendentes, resultan de la misma metodología que aplicaba la consultora de Gabriel Rubinstein, del ex viceministro de Economía durante la gestión de Sergio Massa al frente del Palacio de Hacienda, durante los últimos 16 meses del gobierno de Alberto Fernández.

Esta contabilidad de los activos y pasivos del estado nacional es disonante con el discurso política habitual, pues abarca la deuda en divisas y en moneda local, tanto con organismos internacionales como con acreedores locales o externos, y tiene en cuenta también la evolución de los activos, en especial la variación de reservas del BCRA, conceptos que suelen ser olímpicamente ignorados por el relato kirchnerista sobre la deuda pública, en que la única deuda que parece contar es aquella en divisas y, en particular, con el FMI.

Así puede verse que, de diciembre de 2011, inicio del segundo mandato de Cristina Kirchner a junio de este año, el gobierno que más aumentó la "deuda estatal neta" fue el de Alberto Fernández, seguido por el segundo de CFK y el de Mauricio Macri. La actual gestión es la única desde 2011 en que la "deuda estatal neta" registra una disminución en relación a su inicio.

En dólares

A su vez, como puede verse abajo abajo, el gobierno que más aumentó la deuda neta en dólares fue el de Macri, primero mediante colocaciones en los mercados internacionales y luego con el crédito que recibió en 2018 del FMI (cabe reconocer que el aumento de la deuda inicial en dólares fue en parte para regularizar el default ante holdouts de la segunda gestión de Cristina Kirchner, por el fallo "pari passu" del juez Thomas Griesa).

A su vez, el gobierno de Alberto Fernández fue el que más aumentó la deuda en pesos, valuada en su equivalente en dólares, y lo hizo con particular intensidad durante la gestión ministerial de Martín Guzmán, cuyo relato encubría el vertiginoso aumento de la deuda en pesos, acompasado a una creciente inflación y una pelota de "pasivos remunerados" del BCRA, bajo denominaciones pomposas como "financiamiento neto positivo" y "desarrollo del mercado de crédito en pesos".

Acreedores de segunda

El desdén por la deuda en pesos con acreedores locales y -en particular- con el sistema bancario, tiene como contrapartida la desvalorización de la moneda local, una suerte de default silencioso. Los gobiernos que la ignoran confiesan, implícitamente, que asumen a sus propios ciudadanos como acreedores de segunda clase.

A nivel personal, es como si alguien considerara la deuda que tiene con los bancos e ignorara las ayudas o préstamos de padres, hermanos, suegros, amigos. Son deudas en principio más "manejables", pero ignorarlas sugiere que, en rigor, no se piensan pagar.

Es cierto, a su vez, que la deuda en divisas y con acreedores externos es más compleja de refinanciar y hace necesario reducir sustancialmente la prima de "riesgo-país" de la Argentina para que, a partir de fines de este año o principios de 2026, el gobierno pueda afrontar su calendario de vencimientos y empezar a reducir la deuda con el FMI.

De hecho, después de haber recibido desembolsos del organismo por más de USD 14.000 millones desde abril, de acá a diciembre de 2027, fin del actual mandato presidencial, el saldo neto de desembolsos del FMI y pagos de capital e intereses al organismo será negativo para la Argentina en USD 7.200 millones, poniendo más presión sobre las cuentas públicas, cerró Infobae.

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