Se conoció de qué trabajaba Matías Jurado

Mientras avanza la investigación por el presunto múltiple homicidio ocurrido en el barrio Alto Comedero, las preguntas en torno al perfil de Matías Jurado, único imputado en la causa, se multiplican. ¿Quién era? ¿A qué se dedicaba? ¿Tenía vínculos con las víctimas? ¿Actuó solo?

Según confirmó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), Matías Jurado tenía ocupaciones ocasionales como albañil. Así lo declaró él mismo durante los primeros tramos de la investigación. Además, habría dicho que vendía turrones y otros alimentos, aunque este punto aún no pudo ser corroborado de forma contundente. En algún momento también se mencionó que vendía empanadas, pero no existen registros claros que confirmen esa actividad de forma regular.

Lo que sí está confirmado por múltiples testimonios es su comportamiento violento y su historial delictivo. Conocido por los apodos de "el Gringo" o "el Machetero", vecinos y personas de su entorno lo describen como alguien frecuentemente armado con machetes, con tendencias agresivas y episodios constantes de violencia.

"Se juntaba con personas los fines de semana, prendía fuego cosas en su casa. Era una persona violenta", indicaron testigos que declararon ante la fiscalía.

Además, el fiscal regional Guillermo Beller detalló que tenía numerosas denuncias previas y condenas acumuladas por amenazas con armas, lesiones, daños y otros delitos menores, aunque nunca había sido condenado por homicidio hasta ahora.

Tanto la madre del menor que testificó como testigo clave, como el padre de la hermana del imputado, confirmaron haber presenciado o sufrido conductas agresivas de Jurado. En una ocasión, incluso, habría expresado con naturalidad que "era capaz de matar", según el relato de la mujer.

A pesar de su historial y comportamiento, Jurado no era inimputable. Así lo indicaron los estudios preliminares realizados por el MPA, que determinaron que puede comprender la criminalidad de sus actos. Actualmente se encuentra bajo evaluación psicológica.

Desde la Fiscalía también aclararon que, hasta el momento, no hay evidencia de que actuara con cómplices ni que integrara una banda. Todas las pruebas indican que habría operado en solitario.

El caso continúa en desarrollo y hay cinco desapariciones oficialmente bajo investigación, con posibles nuevas denuncias en análisis. En paralelo, los trabajos forenses y pericias continúan recolectando restos y ADN en la zona cercana a su domicilio, donde se encontraron elementos calcinados, sierras escondidas y restos óseos deteriorados en el área donde comían los perros del acusado.