Vecina de Jujuy se negó a vender droga en su casa: ahora vive amenazada por los narcos
La persecución comenzó cuando ella y su hermana se negaron a participar en el negocio de la droga. La mujer asegura que ha presentado más de 20 denuncias desde 2018, pero no obtiene respuestas.
La mujer, que reside en la calle Juanita Moro, relató que el narcomenudeo es una "moneda corriente" y una problemática "muy expuesta" en El Chingo. Los problemas contra su familia iniciaron cuando se negó a formar parte del grupo de vendedores.
"En varias ocasiones me han ofrecido que yo sea participe de ese grupo, pero ni mi hermana ni yo nunca quisimos. Y como no quisimos, ellos comenzaron a hostigarnos y perseguirnos. Me han amenazado de muerte en varias ocasiones", contó la vecina a Jujuy al Momento.
Al respecto, la víctima asegura que su hija de 8 años también padece el acoso constante. "Me siento presa en mi barrio, porque no puedo hacer nada. No puedo salir para adelante porque todos los días ellos me viven hostigando. Es una persecución que hacen en mi casa, me hacen daño psíquico, físico", lamentó.
La mujer relató que recientemente fue agredida físicamente por una vecina y su hija, un ejemplo de que el acoso es "cosa de todos los días, las 24 horas".
20 Denuncias sin Respuesta y la Sombra del Encubrimiento
La desesperación de la residente se debe a la inacción de las autoridades. Afirma haber realizado más de 20 denuncias en múltiples organismos (Alto Comedero, Ministerio Público, Brigada de Chijra, seccional del barrio) desde 2018, pero sin resultados. "Voy a los lugares, los organismos y nadie me da una mano. Me cambian el fiscal o lo archivan. Hace 8 años que vengo denunciando y todavía siguen investigando, pero no cambia nada y no pasa nada".
La vecina dejó entrever una seria acusación: "Hay alguien que los encubre para que nada de esto salga a la luz". Esta sospecha se alimenta del hecho de que sus hostigadores tienen familiares dentro de las fuerzas de seguridad y, cuando llama al 911, "antes que la policía llegue estas personas ya se escondieron".
La mujer y su hermana, que incluso tuvo que dejar de trabajar por el hostigamiento, claman por justicia y protección para poder vivir "seguras" en su propio barrio.



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