Es temible

Terror por el asesino norteño que mató salvajemente a su víctima y ahora "puede salir"

"Le arrancó los ojos", la Justicia le da salidas transitorias y la sociedad tiene escalofríos.

QPJ Policiales

Quién es El Loco Amín: mató a su mujer, se burló de los jueces que lo condenaron y tiene salidas transitorias. En 2007, Pablo Amín mató a su esposa María Marta Arias, mutiló su cuerpo y le arrancó los ojos. A 18 años del crimen, ya está en condiciones de salir de la cárcel para trabajar.

Amín fue condenado a perpetua en 2009 por el crimen de su esposa, María Marta Arias.

La madrugada del 28 de octubre de 2007, el espanto se apoderó de un hotel en pleno centro de la ciudad de Tucumán. Ese día Pablo Amín fue encontrado, completamente desnudo, golpeando el cuerpo de su esposa María Marta Arias contra el piso. La escena era dantesca: le había arrancado los ojos.

Cuando el personal del hotel y la policía llegaron, Amín lanzó: "No soy yo. Esto es obra del demonio". En medio del caos, también pidió agua, aseguró que se había tragado el anillo de casamiento y buscó justificarse: "No se preocupen, estoy en estado de emoción violenta". Dos años después, la Justicia lo condenó a prisión perpetua.

A 18 años del brutal asesinato de María Marta, Amín ya goza de salidas transitorias y está cada vez más cerca de acceder al régimen de semilibertad para trabajar fuera de la cárcel. Alrededor de esta situación, hay polémica y posturas encontradas.

"Más allá de la cuestión procesal por el cumplimiento de los plazos, esto sigue siendo una cuestión facultativa del juez. Consideramos que le deberían haber negado el beneficio y que deberían negarle lo que sigue", dijo a TN Mario Leiva Haro, el abogado que representa a la familia de la víctima.

María Marta tenía 23 años cuando la asesinó su esposo, en 2007. 

Y argumentó: "Amín no solamente no reflexionó ni asumió el hecho sino que lo sigue negando, dice que solo se acuerda que la ahorcó y nada más".

Además, el letrado remarcó que el condenado "dejó el tratamiento psiquiátrico y que ya no se medica", ambas condiciones determinantes a la hora de evaluar su posible reinserción en la sociedad.

Por su parte, la abogada defensora de Amín, Ruth Mariela Mayer, explicó a este medio: "Hace dos años solicité salidas transitorias porque ya había cumplido la mitad de la condena y todos los informes, - psicológicos, psiquiátricos, conducta en el penal-, fueron favorables".

Asimismo la letrada salió al cruce de los rumores que indicaban que Pablo Amín ya camina como cualquier hombre libre por la calle. "Él tiene controles de salud mental, los médicos lo ven antes de salir y también cuando regresa, lo acompañan tres guardias y tiene un dispositivo electrónico. No existe ninguna posibilidad de que lo hayan visto caminando en la vía pública".

Mientras espera una resolución de la Justicia respecto de una posible ampliación de los permisos para su defendido y basada en el informe del médico psiquiatra que trabajó con él desde el momento del hecho, Mayer subrayó: "Pablo no va a volver a matar".

Un matrimonio fugaz y una noche de furia

Amín tenía 24 años cuando asesinó a su esposa María Marta, un año menor que él. Ambos eran de Santiago del Estero y trabajaban vendiendo productos dietéticos.

Llevaban apenas tres meses de casados cuando, en octubre de 2007, viajaron a Tucumán para participar de un encuentro regional de la empresa en la que trabajaban. Todo transcurría con normalidad hasta que, repentinamente, Amín protagonizó una serie de episodios extraños.

Según reconstruyeron las crónicas policiales de ese momento, en las horas previas al crimen Amín tuvo una discusión en el evento, se fue abruptamente, irrumpió en una iglesia para bautizarse y terminó demorado por la Policía.

Después de recibir asistencia médica en el hospital, cenó con amigos como si nada hubiera pasado pero, ya en la madrugada del 28 de octubre, la violencia estalló: asesinó a su esposa de la forma más cruel.

Horror en la habitación 514

Según el expediente judicial, Amín y Arias volvieron de la cena al hotel Catalinas Park, subieron al ascensor de la mano y se dirigieron a la habitación 514, donde estaban alojados.

Experto en artes marciales, Amín atacó a su esposa mientras dormía utilizando fuertes maniobras de estrangulamiento. Después, mutiló su cuerpo y el ensañamiento fue tal que hasta le arrancó los ojos y los dejó sobre la cama.

Pero la violencia no terminó ahí. Arrastró el cuerpo de María Marta por la escalera desde el quinto piso hasta el primero, donde un empleado del hotel lo encontró mientras seguía golpeando a la víctima.

Entre los primeros policías que llegaron a la escena se empezó a hablar de un posible brote psicótico. "Por eso decía que escuchaba voces que le indicaban hacer lo que hizo", comentaban, tal vez para darle un sentido ellos mismos a tanto horror.

Sin embargo, el móvil del crimen nunca se esclareció. Las hipótesis fueron desde una rivalidad laboral hasta una discusión de pareja por una supuesta infidelidad. Lo cierto es que el atroz asesinato no tuvo ninguna explicación.

Un juicio marcado por la provocación

Durante los diez días que duró el juicio, Amín mantuvo una actitud provocadora y grotesca.

El tribunal, encabezado por el juez Emilio Herrera Molina, lo interrogó sobre su vida y su trabajo. Amín respondió con frases incoherentes, se adjudicó títulos y empresas inexistentes, y hasta aseguró ser "dueño del Bayern Munich" y "rector de la Capilla de Justine".

-¿Fue a la Universidad?, le preguntó el juez Molina.

-No, no, no... curso introduccion a la economia... cumplo presente... Aparte soy dueno del INCA, Instituto Nacional de Capacitacion Aeroportuaria y Aeronautica,tengo un aeropuerto en Cordoba y un hotel, ademas de una sucursal de Etchart Privado en San Juan, detalla TN.

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