Sale a la calle el tucumano que le sacó los ojos a su pareja: bronca en el norte argentino

El caso que estremeció a Tucumán en 2007 volvió a encender la indignación pública. Pablo Maximiliano Amín, condenado a prisión perpetua por el femicidio de su expareja María Marta Arias, obtuvo salidas transitorias tras 18 años de encierro. La decisión judicial fue duramente cuestionada por familiares de víctimas y organizaciones feministas.

Amín, considerado uno de los criminales más violentos del país, asesinó a Arias durante una noche de octubre de 2007 en un hotel de San Miguel de Tucumán. Según la investigación, la estranguló, desmembró su cuerpo y le arrancó los ojos, un crimen que conmocionó por su nivel de crueldad.

Pese a la gravedad de los hechos, el hombre logró el beneficio de salidas transitorias dos veces al mes durante tres horas, bajo custodia, tras ser considerado de "buena conducta" por el Servicio Penitenciario. El permiso fue autorizado por la jueza de Ejecución Penal y ratificado por el Tribunal de Impugnación de Tucumán, pese a la oposición del Ministerio Público Fiscal (MPF).

Medios locales, como El Liberal, reportaron que Amín fue visto caminando por las calles tucumanas, lo que desató una ola de indignación en redes sociales y entre los vecinos. "No puede haber buena conducta después de semejante crimen", expresaron desde colectivos de mujeres que exigen la revocación inmediata del beneficio.

Durante el juicio, la defensa del femicida intentó alegar inimputabilidad por un presunto brote psicótico, pero las pericias descartaron esa versión: los especialistas determinaron que simulaba locura y que padecía un trastorno de personalidad antisocial.

La resolución judicial reabrió el debate sobre los criterios de otorgamiento de beneficios a condenados por femicidios, en un país donde la violencia de género sigue dejando víctimas cada año.