Revelan los espantosos métodos de la banda de trata que captaba estudiantes en el norte
Un remisero está involucrado en la causa. Afirman que los servicios sexuales que involucraban a menores de edad se daban en moteles de la Ruta 26.
En una audiencia que develó el horror en profundidad, la fiscalía expuso nuevos y perturbadores detalles del modus operandi de la banda de trata de personas que operaba en nuestra ciudad, dedicada a la captación y explotación sexual de menores estudiantes.
El conductor de remis, identificado como el nexo central de la organización, organizaba los servicios sexuales en dos moteles de la Ruta 26. Sin embargo, uno de los clientes prefería que los encuentros se realizaran en su domicilio, donde además consumía estupefacientes. Al ser detenido el martes pasado, se le incautó aceite de cannabis y marihuana, indicó El Tribuno.
La tabla de precios y el código secreto
Uno de los datos más crudos revelados fue la escala de dinero que los clientes pagaban por los abusos. El fiscal informó que existía una tabulación precisa: 60 mil pesos por un beso, 80 mil por sexo oral, y hasta 200 mil pesos por penetración si la víctima aún era virgen.
La comunicación para organizar los crímenes se realizaba bajo un código específico. La frase "Vamos a hacer la onda" era la consigna utilizada tanto por el remisero como por los clientes para pactar una cita sexual a través de mensajes.
El rol clave del menor y el acoso sistemático
La investigación destacó el papel siniestro de un menor de edad, amigo íntimo de las víctimas, quien aprovechaba esa confianza para conocer sus condiciones íntimas y proveer información crucial al remisero -especialmente sobre quiénes aún eran vírgenes-, a cambio de dinero.
El conductor no solo pactaba los servicios, sino que también los monitoreaba. Los encuentros eran fijados en ventanas de 18 minutos, aprovechando los horarios libres al final de la jornada escolar. Incluso les exigía a las menores que se grabaran en poses sugestivas para facilitar las ofertas.
El intentó de captar a una niña de 12 años y un cbuso confirmado
La voracidad de la banda no tuvo límites. El fiscal relató que, a través del menor, el remisero se enteró de que una de las víctimas de 16 años tenía una hermana de 12. Intentó captarla "a toda costa".
En una oportunidad, logró que la niña subiera a su auto y abusó sexualmente de ella, manoseándola en sus partes íntimas. Este hecho le valió una imputación adicional por el delito de abuso sexual.
El desprecio del acusado por sus víctimas quedó también evidenciado en otro episodio: al saber de una joven virgen, la acosó hasta abordarla en la parada de su colectivo. Abrió la puerta de su auto blanco e insistió para que subiera a "hacer la onda". La menor, aterrorizada, se negó y al subir al colectivo se orinó debido al shock y el temor vivido. Para entonces, las alumnas ya identificaban el auto blanco del remisero con el pavor.
Pruebas incautadas y prisión preventiva
Durante los allanamientos en las casas de los imputados, se secuestraron juguetes sexuales, pastillas de estimulación sexual masculina y femenina, y otros elementos que serán peritados.
Ante la gravedad de los hechos, el Ministerio Público Fiscal (MPF) solicitó la prisión preventiva para todos los imputados, excepto el menor. Los fiscales insistieron en que se trata de un caso de "gravedad inusitada" que compromete la obligación del Estado de combatir la trata de personas y donde hay "derechos humanos en estado puro" y la dignidad de los niños vulneradas.
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