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¿Quién es "el concheto"? El Estado deberá pagarle 14 millones

Un prontuario "de temer": asaltos, asesinatos y muchísima violencia.

QPJ Policiales

El Estado le pagará una indemnización de 14 millones de pesos a "El Concheto" Álvarez, el asesino múltiple. Un fallo internacional que cuestionó el juicio por el que fue condenado a perpetua. Los detalles del caso.

El Estado argentino tendrá que pagarle 11.000 dólares (más de 14 millones de pesos) a Guillermo "El Concheto" Álvarez, uno de los asesinos múltiples más temidos de la historia criminal del país. La decisión quedó oficializada este miércoles, tras la publicación del decreto firmado por el presidente Javier Milei y los ministros Guillermo Francos, Mariano Cúneo Libarona, Luis Caputo y Daniel Werthein en el Boletín Oficial.

La medida responde a una orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en noviembre de 2023 condenó al Estado argentino por "violaciones a las garantías judiciales" durante uno de los juicios clave contra Álvarez.

El pago, según el decreto, será en efectivo y corresponde a una "indemnización por daño material e inmaterial".

Por qué la CIDH ordenó indemnizar a "El Concheto" Álvarez

El fallo internacional puso en jaque la condena a perpetua que pesa sobre Álvarez desde 1999. Según la CIDH, durante el juicio por los asaltos al pub Company de Belgrano - donde murieron Adriana Carballido y el policía Fernando Aguirre - se vulneró el principio de inocencia del acusado.

Los jueces internacionales remarcaron que Álvarez estuvo esposado de pies y manos durante todo el debate, que ningún tribunal superior revisó a fondo la sentencia y que su defensa no tuvo oportunidad real de preparar el caso.

"La pena de prisión o reclusión perpetua ha sido considerada como sustituto de la pena de muerte (...), pero puede llegar a ser tan severa e indigna como la misma pena capital", escribieron los magistrados en el fallo.

El prontuario de "El Concheto": asaltos, asesinatos y violencia

Guillermo Álvarez creció en la zona de San Isidro en el seno de una familia con un buen pasar económico, pero solía pasar mucho tiempo en soledad. Su mamá se dedicaba a la venta de aparatos de gimnasia y casi nunca estaba en la casa y el padre era dueño de dos cines y de una galería comercial.

Con la llegada de la pubertad, también aparecieron los problemas de conducta. A tal punto escalaron esos problemas que lo echaron de tres colegios: el San Patricio, el Estrada de Acassuso y después del Instituto Fátima.

Pero la historia de "El concheto" se terminó de torcer el 27 de julio de 1996 cuando, a sus 18 años, salió junto con un cómplice en busca de un auto de alta gama para dar inicio a su raid delictivo. No era un capricho que el coche fuera de lujo sino una necesidad, ya que era parte del disfraz para hacerse pasar por clientes acaudalados y asaltar así los restoranes más caros de la zona norte del conurbano.

En esa búsqueda fue que se toparon con un Mercedes Benz estacionado fuera de una casa en la localidad de Martínez. Su dueño, el empresario Bernardo Loitegui, no se resistió ante lo que parecía inevitable, pero aun así "El concheto" desenfundó su arma, lo asesinó a sangre fría y se escapó en el auto de la víctima.

Unas horas después de cometer el crimen, Álvarez llegó con su banda en el vehículo robado al barrio porteño de Belgrano y asaltó el pub Company. Entre los comensales se encontraba, vestido de civil en su día franco, el subinspector de la Policía Federal Fernando Aguirre.

Uno de los cómplices de Álvarez, "El Osito" Reinoso, fue el primero en reaccionar cuando el policía dio la voz de alto y le disparó, desatando así el fuego cruzado en el que perdió la vida. Pero "El concheto" no estaba dispuesto a dejar a Aguirre herido sin que se llevara su merecido y lo remató en el piso.

En ese mismo lugar se cargó también a su tercera víctima, una estudiante llamada María Andrea Carballido que había ido a festejar su cumpleaños con un grupo de amigas.

La caída de "El concheto"

El arma que usó Álvarez para cometer los crímenes, Bersa 9 mm, nunca se encontró. De hecho, se especuló con que la hubiera escondido dentro del ataúd de Reinoso y aún hoy siga enterrada con los restos de "El Osito". A pesar de esto, la suerte del asesino ya estaba sellada.

Una nena de 12 años, hija de la primera víctima de Álvarez, el empresario de Martínez, fue la que colocó al asesino en la mira de los investigadores. En una rueda de reconocimiento, la menor identificó a "El concheto" como el responsable de matar a su papá. También reconoció en una foto a "El Osito", pero para ese momento ya estaba muerto.

El envión que lo precipitó en desgracia lo dio un remisero. En su declaración, el testigo aseguró que durante el viaje Álvarez le había mostrado un recorte en el diario que hablaba sobre el asesinato de Loitegui, y se jactó: "Yo maté a este tipo. El gil se quiso retobar y le pegué dos tiros en el pecho".

Los testimonios habían cercado a Álvarez y según reflejaron las crónicas de esos años, cuando la policía fue a buscarlo al chalet de San Isidro, donde vivía con su familia, encontraron en su habitación recortes de los diarios en los que se informaba de los asaltos que había cometido y otros sobre "su ídolo" Carlos Robledo Puch, el "ángel de la muerte" que, entre 1971 y 1972, asesinó a once personas y cometió al menos 17 robos, informa TN.

Comentarios

  • Guillermo

    CIDH defendiendo asesinos. Y las víctimas y sus familias? Bien gracias. Sin nada más que agregar Sr Juez

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