Piden que el "enfermero del terror" quede inhabilitado para trabajar
Tras la condena a siete años de prisión por haber puesto en riesgo la vida de un bebé en el Hospital Materno Infantil, la querella pidió que Fabián Solano no pueda ejercer como enfermero ni instrumentista en el sistema de salud.
El Tribunal en lo Penal condenó a Fabián Solano a siete años de prisión efectiva y diez años de inhabilitación para ejercer como enfermero o instrumentista quirúrgico, tras hallarlo culpable de "lesiones graves con dolo eventual e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso real".
El fallo llega luego de que en abril de este año Solano suministrara leche por vía endovenosa a un bebé de seis meses internado en el Hospital Materno Infantil, provocándole un cuadro grave que lo dejó al borde de la muerte. También se comprobó que en 2022 había anestesiado a un niño de 8 años sin supervisión médica.
El abogado Carlos Espada en una entrevista con Canal 2, representante de la familia del pequeño, afirmó que "si bien la condena fue por un delito distinto al que se había pedido inicialmente, se hizo justicia". Y agregó: "Pedimos ocho años y el tribunal impuso siete, una pena cercana al máximo. Esta persona nunca más debería trabajar en un hospital".
Además, Espada confirmó que se presentó una demanda civil contra el enfermero, el hospital y el Estado provincial, por la falta de control y supervisión. "Cuando llevamos a nuestros hijos al hospital, lo hacemos para que los cuiden, no para que pongan su vida en peligro", sostuvo.
La condena a Solano marca un precedente clave para el sistema de salud jujeño y reabre el debate sobre los mecanismos de control dentro de los hospitales públicos.
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