"No quiere recibir visitas ni a su abogado": así está Jurado en la cárcel
El detenido se encuentra controlado por cámaras de vigilancia.
Matías Jurado, imputado como presunto asesino serial en San Salvador de Jujuy, permanece aislado en la cárcel de Gorriti, bajo un régimen de seguridad especial. El detenido se encuentra controlado por cámaras de vigilancia y no recibe visitas, ni siquiera de su abogado, aunque recientemente envió una carta manuscrita al fiscal regional Guillermo Beller solicitando una reunión.
La causa en su contra apunta a un patrón macabro: según la investigación, Jurado seducía indigentes los viernes, los llevaba a su vivienda del barrio Alto Comedero, donde los asesinaba, descuartizaba, quemaba sus restos y los dispersaba. Hasta el momento, los cotejos de ADN confirmaron rastros de dos de las cinco víctimas desaparecidas: Jorge Anachuri, de 68 años, y Sergio Alejandro Sosa, de 25. Aún faltan los análisis de los demás desaparecidos para completar la investigación.
El expediente detalla que Jurado ofrecía a sus víctimas empleos como maleteros en la terminal de ómnibus para ganarse su confianza. Luego las invitaba a su casa con la excusa de compartir bebidas alcohólicas. Una vez allí, según la reconstrucción de los hechos, perpetraba los homicidios y procedía al descuartizamiento para eliminar rastros de los cuerpos.
El caso se complicó con la declaración de su sobrino, quien reveló que en esas reuniones Jurado lo apartaba antes de que ocurrieran "cosas malas", confirmando parte de la mecánica delictiva investigada. Mientras, la defensa sostiene que no existen pruebas directas que lo vinculen a los homicidios y que las imputaciones se basan en sospechas y rumores, aunque ahora los ADN de dos víctimas complican su situación legal.
La fiscalía avanza con la investigación y prepara la ampliación de la indagatoria para imputarle formalmente la muerte de Sosa, sumando cargos por homicidio agravado por ensañamiento. Mientras tanto, Jurado permanece aislado, bajo estricta vigilancia, y sin contacto con el mundo exterior, generando un clima de máxima precaución dentro del penal.
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