Mataron dentro de la cárcel a un conocido cantante: era el "monstruo" de varios chicos
Pasó de vender millones de discos a convertirse en uno de los criminales más repudiados.
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El mundo del rock internacional vuelve a quedar conmocionado. Ian Watkins, exvocalista de la banda galesa Lostprophets, fue asesinado este sábado dentro de la prisión de Wakefield, en Inglaterra, donde cumplía una condena de 29 años por delitos sexuales contra menores.
Según confirmaron fuentes policiales de West Yorkshire, el músico de 46 años fue atacado durante la mañana por otros reclusos en uno de los sectores más restringidos del penal. Las autoridades informaron que recibió al menos 30 puñaladas y murió en el lugar de los hechos, aunque no se brindaron más detalles sobre el móvil ni los autores del ataque.
De la fama mundial al repudio absoluto
Watkins había alcanzado reconocimiento internacional como líder y vocalista de Lostprophets, banda de rock alternativo y nu metal formada en 1997. Con cinco álbumes de estudio y una legión de fanáticos en Europa, Estados Unidos y Asia, el grupo logró posicionarse en los primeros puestos de los rankings con temas como "Last Train Home", que llegó al número uno en el Billboard estadounidense.
Sin embargo, la carrera del cantante se derrumbó por completo cuando en 2012 fue detenido y posteriormente condenado por abusos sexuales contra menores, incluyendo el intento de violación de un bebé.
En diciembre de 2013, durante el juicio que estremeció al Reino Unido, el jefe nacional del servicio penitenciario para Gales, Des Mannion, declaró:
"Watkins utilizó su fama mundial para manipular y abusar sexualmente de menores. Su conducta fue una de las más aberrantes que se recuerden".
La caída de Lostprophets y el fin de una era
El impacto de los crímenes de Watkins fue devastador, no solo para sus víctimas, sino también para sus propios compañeros de banda, quienes manifestaron repulsión y horror al conocer los hechos. La banda se disolvió oficialmente en 2013, y sus integrantes formaron un nuevo proyecto, No Devotion, junto al vocalista Geoff Rickly, exlíder de Thursday.
La música de Lostprophets fue retirada de plataformas digitales y radios en todo el mundo, mientras las discográficas rompían vínculos de manera inmediata.
Un final macabro para una historia oscura
El asesinato de Ian Watkins en la prisión de Wakefield -una de las cárceles de máxima seguridad más severas del Reino Unido- cierra un capítulo oscuro y perturbador en la historia del rock contemporáneo.
Su figura, que en los años 2000 representó la energía juvenil de una generación, terminó convertida en uno de los casos criminales más repudiados de la industria musical moderna.
Su muerte marca el fin de un legado manchado, donde el talento y la fama se cruzaron con la más profunda depravación.
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