Gritos, llantos y denuncias en festejos por la Pachamama en Jujuy
Tres casos de violencia de género se registraron durante celebraciones de la Pachamama en Jujuy. Todas las víctimas fueron mujeres y los agresores quedaron detenidos.
Durante las celebraciones de la Pachamama se registraron tres casos de violencia de género en Jujuy. Todas las víctimas fueron mujeres y requirieron atención médica. Los agresores, en estado de ebriedad, quedaron detenidos.
Dos de los hechos ocurrieron en barrios de San Salvador y el tercero en Perico. En todos los casos, las agresiones sucedieron en el marco de reuniones familiares donde se consumía alcohol.
El primer episodio se dio en el barrio Alto Comedero, en las 10 Hectáreas, el miércoles alrededor de las 22.15. Un hombre de 32 años, alcoholizado, amenazó y golpeó a su pareja de 29 años, provocándole lesiones en el rostro y rasguños en distintas partes del cuerpo. La mujer logró escapar y denunció lo ocurrido en la Subcomisaría 150 Hectáreas, además de recibir asistencia médica. Minutos después, el agresor se presentó en la dependencia y quedó detenido.
Otro hecho sucedió en Perico, en calle 12 de Octubre del barrio Santa Rosa, cerca de las 2.10. Una familia celebraba la Pachamama cuando un joven de 27 años inició una escena de celos y terminó golpeando a su pareja de 21 años. Los familiares intervinieron, lo redujeron y llamaron a la Policía. La víctima fue encontrada herida en el suelo y trasladada junto al agresor al hospital Arturo Zabala. Tras la atención médica, el acusado fue llevado a la Seccional 21° y quedó a disposición de la Justicia.
El tercer episodio ocurrió en el barrio San Francisco de Álava, en la capital jujeña. Durante una reunión con bebidas alcohólicas, un hombre atacó a su hijastra de 20 años arrojándole una botella de vidrio. La joven fue derivada al hospital Pablo Soria, donde quedó internada en observación. Más tarde, el acusado se entregó en la Subcomisaría de la zona y también fue detenido.
Los tres casos refuerzan la preocupación por la violencia de género en contextos festivos y bajo consumo de alcohol. Todas las víctimas permanecen bajo control médico, mientras que los agresores enfrentan causas judiciales.
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