Encontraron muerta a una señora de 76 años y sospechan de un joven militar
La víctima fue encontrada con múltiples heridas en un camino; la Policía investiga a un sospechoso vinculado al Ejército.
Una mujer brasileña de 76 años fue hallada asesinada a puñaladas a principios de septiembre en un camino vecinal del paraje Juan Manuel de Rosas, a pocos kilómetros de la ruta nacional 101, en Bernardo de Irigoyen, Misiones. La víctima, identificada como Deomira Conci, vivía sola en San Miguel Oeste, en el estado de Río Grande do Sul, a casi 70 kilómetros de donde fue encontrada.
El cadáver presentaba múltiples lesiones: un golpe en el cráneo, hematomas en ambos ojos, cortes profundos en el cuello y pecho, heridas en la tráquea y cortes en brazos, abdomen y espalda. La ausencia de sangre en el lugar indica que el crimen no ocurrió allí. Junto al cuerpo se encontraron sus anteojos, zapatos y la funda del asiento trasero de un automóvil, elementos que forman parte de las pruebas que la policía analiza.
La investigación inicial llevó a la detención de un ex soldado voluntario del Ejército como sospechoso, tras testimonios que ubicaban su Chevrolet Corsa cerca del hallazgo del cuerpo. El vehículo fue secuestrado y sometido a pericias, hallándose cabellos y rastros de sangre detectados mediante Luminol. También se realizaron allanamientos en dos viviendas vinculadas al ex militar, donde se secuestró un martillo para peritar.
El cuerpo de la víctima fue identificado gracias a un cotejo de huellas dactilares y la colaboración de la Policía Federal de Brasil. Un hijo de Deomira denunció su desaparición tras no poder contactarla desde el 31 de agosto, y deberá presentarse en Bernardo de Irigoyen para reconocimiento fotográfico y tramitar la entrega del cuerpo, que permanece en la morgue.
Fuentes vinculadas a la causa señalaron que aún quedan cabos sueltos, y que la identificación permitirá avanzar con nuevas medidas de prueba. La reconstrucción de las últimas horas de la víctima, con cooperación de la Policía Federal brasileña, apunta a determinar si el asesinato ocurrió en San Miguel Oeste o en otro lugar. Los investigadores consideran poco probable que el crimen haya sucedido en Brasil, dado el riesgo que implicaría trasladar el cuerpo cerca de 70 kilómetros hasta territorio argentino.
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