El inquietante motivo por el que Matías Jurado se peleó en la cárcel: la limpieza
Informes de su paso por prisión revelan que la mayoría de los enfrentamientos de Jurado surgieron por el respeto de su espacio y la higiene.
La figura de Matías Emilio "El Gringo" Jurado (37), acusado de múltiples homicidios en Jujuy, no solo genera alarma por la gravedad de sus delitos, sino también por la forma en que se relacionaba con otros internos durante su paso por prisión entre 2018 y 2021.
De acuerdo con informes del Servicio Penitenciario, la mayoría de los conflictos que protagonizó Jurado surgieron por reclamos relacionados con la limpieza y el respeto de su espacio personal. Cualquier descuido por parte de otros internos respecto a la higiene o el desorden en sus pertenencias derivaba en enfrentamientos, algunos de ellos violentos.
El expediente detalla que Jurado tenía un perfil obsesivo con la limpieza, cuidando minuciosamente su higiene personal y los objetos que poseía, incluidos cuchillos que mantenía relucientes y perfectamente guardados. Esta obsesión contrastaba con la suciedad del entorno penitenciario y generaba roces constantes con compañeros de celda.
El gabinete de psicología del Ministerio Público de la Acusación (MPA) señala que esta conducta refleja una necesidad extrema de control sobre su entorno, asociada a patrones emocionales inestables y rasgos sociópatas y narcisistas. Además, Jurado presentaba poca tolerancia a la frustración y reaccionaba de manera violenta cuando sentía que no podía imponer su voluntad.
Estas peleas no solo evidencian su carácter conflictivo, sino que también muestran cómo la obsesión por la higiene y el orden influyó en su comportamiento incluso en contextos de encierro y alta tensión, aportando un dato revelador sobre su perfil criminal.
Actualmente, Jurado enfrenta acusaciones por homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por placer, y la investigación sigue abierta, sin descartar que el número de víctimas pueda aumentar.
Este detalle sobre sus conflictos en prisión permite comprender mejor la compleja personalidad del acusado y cómo ciertos rasgos, como su obsesión por la limpieza, marcaron incluso su vida dentro del penal./ Álvaro Tejada - El Tribuno
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