Conmoción total

El anzuelo irresistible para las tres chicas: 300 dólares

Les iban a pagar por asistir a una "fiesta"

QPJ Policiales

Un triple crimen narco sacude al Conurbano bonaerense. Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15) fueron engañadas con la promesa de 300 dólares cada una por asistir a una supuesta fiesta en Florencio Varela. Lo que parecía un trabajo fácil terminó siendo la trampa mortal que las llevó directo a un escenario de terror.

La invitación llegó a través de conocidos que respondían a "Pequeño J", un joven líder narco peruano que controla parte del negocio en zona sur y oeste. La primera cita era con un auto de aplicación, pero a último momento las pasaron a buscar en una Chevrolet Tracker blanca con patente adulterada en Ciudad Evita. A las 21.30 del viernes 19 de septiembre, una cámara de seguridad registró cómo las chicas subían voluntariamente al vehículo.

Según la investigación, la camioneta recorrió distintos puntos del conurbano -Flores, Floresta, Lomas de Zamora- hasta llegar a Villa Vatteone, Florencio Varela, donde una vivienda ya había sido preparada con un pozo en el patio. La casa pertenecía a una pareja que trabajaba para la banda, quienes terminaron detenidos junto a otros implicados.

El plan fue tan macabro como meticuloso: las jóvenes fueron torturadas, mutiladas y asesinadas en esa propiedad. Todo quedó registrado en una transmisión en vivo por Instagram, en un grupo cerrado de 45 mandos medios de la organización. "Esto les pasa a quienes me roban", fue el mensaje con el que el capo buscó sembrar terror dentro de su propia red de narcotráfico.

La crueldad fue extrema: Lara sufrió amputaciones y quemaduras; Brenda recibió múltiples puntazos y golpes en la cabeza antes de ser brutalmente desfigurada; Morena murió tras una luxación cervical y fuertes golpes en el rostro. Los cuerpos fueron enterrados en el pozo, envueltos en frazadas, atados y cubiertos con cemento y piedras para impedir su hallazgo.

El trabajo de los detectives de la DDI de La Matanza permitió dar con la casa gracias a la última señal de los teléfonos celulares. El operativo reveló la escena del horror y confirmó la hipótesis de una venganza narco, aunque todavía resta precisar si la causa fue el robo de dinero, cocaína de alta pureza o un ajuste de cuentas interno.

La investigación está a cargo del fiscal Adrián Arribas, de la Unidad Temática de Homicidios de La Matanza, quien intenta reconstruir cómo se organizó una masacre transmitida en directo como mensaje mafioso.

Mientras tanto, familiares y vecinos realizaron una protesta en la rotonda de La Tablada, reclamando justicia por las jóvenes y exigiendo respuestas a una trama que expone la violencia sin límites del narcotráfico en Buenos Aires.

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