Contrastes inquietantes: la obsesión por la limpieza de Jurado en medio del caos

El Ministerio Público de la Acusación (MPA) continúa analizando los informes psicológicos y psiquiátricos de Matías Emilio "El Gringo" Jurado (37), acusado de al menos dos homicidios agravados y vinculado a siete desapariciones entre enero y julio. Los estudios preliminares describen un perfil inquietante: un individuo con rasgos sociópatas y narcisistas, que encuentra placer en el sufrimiento ajeno y reacciona de forma violenta ante la frustración o la imposición de límites.

Lo que sorprende a los investigadores es la extrema obsesión por la higiene personal que mostraba Jurado, contrastando con el estado caótico de su vivienda en Alto Comedero, repleta de ropa, cortinas, colchas, platos y recipientes sucios. Los especialistas destacan que su limpieza y cuidado personal eran casi obsesivos, extendiéndose incluso a cuchillos cuidadosamente guardados y relucientes, un detalle que genera inquietud en el análisis del comportamiento del imputado.

Según el gabinete de psicología del MPA, Jurado evitaba amistades con personas de su edad y de su mismo sexo, lo que lo llevaba a pasar gran parte del tiempo en soledad. Además, presentaba aprehensión hacia adultos mayores y consumidores de alcohol, y un patrón emocional inestable, con irritabilidad ante cualquier situación que alterara su zona de confort.

La investigación, que incluye entrevistas, antecedentes de vida y la historia clínica del imputado, permitió a la Unidad Fiscal agravar la imputación y acusarlo formalmente por "homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y placer, dos hechos".

Informes anteriores del Servicio Penitenciario, entre 2018 y 2021, señalaban que Jurado experimentaba desorientación temporo-espacial y alucinaciones muy vívidas, lo que dificultaba su comprensión de la criminalidad de sus actos. No obstante, un psiquiatra especializado concluyó que, aunque violento y reactivo, podría recibir tratamiento médico estando privado de su libertad.

Durante las audiencias, el imputado mostró un comportamiento despectivo hacia su padrastro, a quien llamó "ese viejo" o "ese cirujita", mientras se mencionó que el hombre había abandonado la vivienda por miedo.

Un dato revelador es que la mayoría de los conflictos de Jurado en prisión surgieron por cuestiones de higiene o el respeto de su espacio personal, reflejando nuevamente su obsesión por el orden y la limpieza incluso en contextos de encierro y violencia.

La investigación apunta a esclarecer si Jurado es un homicida múltiple o en serie, con un número de víctimas que podría superar las siete actualmente registradas en el expediente./ Álvaro Tejada - El Tribuno