Vecinos de Lozano reclaman que el cura cumpla condena tras las rejas

La indignación crece en Lozano, donde los vecinos reclaman que el cura acusado de múltiples abusos cumpla condena en la cárcel y no en prisión domiciliaria. El malestar se profundizó tras la difusión de un informe televisivo que reveló chats comprometedores y la supuesta intermediación del obispo de Jujuy, monseñor Daniel Fernández, en un intento de pagar 10 mil dólares a la víctima para cerrar la causa.

Los vecinos del barrio se mostraron alarmados por la presencia del sacerdote Luis Atilio Bruno bajo arresto domiciliario. "Tenemos muchos niños en el barrio, la situación es preocupante porque no podemos dejar a nuestras hijas ni un minuto solas. Nuestra vida cambió totalmente", expresaron con preocupación.

Aseguran que la justicia nunca les informó oficialmente de la medida y que solo se enteraron al ver movimientos extraños en la vivienda. "Lo detuvieron con una escopeta, una computadora y un celular con chats que después se filtraron. Pero lo trajeron de vuelta al barrio sin avisarnos nada. Nadie nos explicó qué pasaba", denunciaron.

Además apuntan contra el accionar de la jueza Marta Lamas, señalada por dar cobertura judicial al cura, y contra el obispo Fernández, acusado de complicidad en las negociaciones. "Este tipo de manejos hace mucho daño a la justicia y a la democracia. No queremos perder la confianza en las instituciones, pero situaciones como esta generan indignación y temor", remarcaron en entrevista con los colegas de El Expreso de Jujuy.

Además, cuestionaron la actitud de la Iglesia: "Por un lado salen en los medios a dar mensajes de rectitud y por otro arreglan por debajo con dinero. Queremos saber de dónde salen esos 10 mil dólares y por qué intentaron silenciar a la víctima".

Piden cárcel común

El planteo central de los vecinos es claro: que el acusado cumpla condena tras las rejas y no en su casa. "El hombre tiene 59 años, no reporta ninguna enfermedad, ¿por qué él sí puede tener domiciliaria? ¿Por qué no está en la cárcel como cualquier otro preso? Parece que el privilegio es ser cura y tener amigos en el poder", señalaron.

También cuestionaron la falta de controles: "No tiene tobillera, la policía casi no viene. No podemos aceptar que alguien acusado viva en medio del barrio como si nada".

Con el temor a flor de piel y la bronca acumulada, los vecinos reiteran un pedido contundente: cárcel efectiva y el fin de la impunidad.