El tomate chileno y boliviano invade los mercados y pone en jaque a los productores jujeños
La crisis en el campo de Jujuy es total. Productores de tomate de Fraile Pintado enfrentan pérdidas millonarias por la sobreproducción y la competencia de productos importados. El drama detrás de cada cajón de tomate.
Los productores de Jujuy están al borde del colapso. A pesar de una cosecha abundante, el precio del tomate se ha desplomado a niveles tan bajos que ni siquiera cubre la inversión, desatando una profunda preocupación y un futuro incierto para miles de familias que dependen del campo. La situación, que ha sido calificada como una de las peores campañas en años, afecta especialmente a la zona de Fraile Pintado.
Una crisis con múltiples frentes: sobreproducción e importación
"Desde octubre del año pasado, el precio del tomate está por el piso," lamentó Vicente Martínez, un productor local, en un claro reflejo del sentir generalizado. Según sus cálculos, producir un cajón de tomate cuesta cerca de $10.000, pero se está vendiendo a tan solo $3.000 o $4.000. "Lo producido este año prácticamente no vale nada", afirmó.
El principal factor detrás de este colapso de precios es la sobreproducción. Una temporada interna favorable se ha sumado a la llegada de hortalizas desde países vecinos como Chile y Bolivia, saturando el mercado y derrumbando el valor de la producción local. Mientras esta baja beneficia al consumidor final, está llevando a los productores a la quiebra.
Insumos dolarizados que no dan tregua
El problema se agrava con el aumento constante de los insumos, casi todos ellos importados y atados al valor del dólar. "Las semillas, abonos, agroquímicos... todo está dolarizado. A medida que sube el dólar, nuestros costos aumentan," explicó Martínez. Producir una sola hectárea de tomate exige una inversión de aproximadamente 20 millones de pesos. Solo el costo de las semillas de una variedad común aumentó un 40% desde 2024.
La situación no se limita al tomate. Otros cultivos como el pimiento, la berenjena, la papa y la cebolla también están sufriendo las consecuencias de esta crisis, que amenaza con generar un efecto dominó en toda la economía regional.
El impacto social: "Todo se encadena, hay más pobreza"
La caída en los precios y las pérdidas millonarias no solo afectan a los productores. Alrededor del 70% al 80% de la población de Fraile Pintado y Chalicán vive de la agricultura, y esta crisis impacta directamente en su sustento.
"Si baja la producción, baja la necesidad de mano de obra, y eso genera desempleo," advirtió el productor. Menos actividad en el campo significa menos movimiento comercial, menos consumo y, en última instancia, más pobreza en la región.
Mientras tanto, en el Mercado de Abasto de San Salvador de Jujuy, la jaula de tomate se vende a $8.000, un valor que muestra la enorme brecha entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor final, una diferencia que se pierde en la cadena de comercialización y logística.
"Esperamos medidas urgentes," expresó Martínez a El Tribuno de Jujuy. "El Gobierno dice que la importación abarata todo, pero nuestros insumos siguen subiendo. Si no hay un cambio, esto se va a seguir agravando." La mirada de los productores está puesta ahora en las autoridades, en busca de una solución que salve al campo jujeño de una crisis sin precedentes.
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