¿Hay que trabajar el 1 de agosto en Jujuy?
El Gobierno provincial confirmó que el 1° de agosto regirá el asueto administrativo y escolar en todos sus niveles, al celebrarse el día de la Pachamama como cada año.
La ceremonia a la Pachamama, profundamente arraigada en la cultura jujeña, representa mucho más que una tradición: es un acto de reciprocidad entre lo material y lo espiritual que honra la conexión sagrada entre las personas y la Madre Tierra. Esta deidad ancestral, símbolo de vida, fecundidad y subsistencia, es venerada desde tiempos preincaicos por los pueblos originarios del territorio, cuyos valores perduran en las prácticas actuales.
En Jujuy, la Pachamama no solo forma parte de las creencias populares, sino que es política estatal revitalizar y proteger la cultura indígena que la sostiene. Esto incluye promover ceremonias que resguardan el paisaje, la tierra y los saberes ancestrales, reafirmando la interculturalidad como un pilar identitario. La ceremonia es, por tanto, una expresión viva de resistencia cultural y espiritual.
Cada agosto, el pueblo jujeño realiza ofrendas en la "corpachada", ritual comunitario donde se alimenta a la Madre Tierra con coca, comida regional, tabaco y bebidas. En los hogares, el sahumado purifica los espacios y se agradece lo recibido durante el año. La práctica trasciende lo simbólico: representa el deseo de armonía con la naturaleza y la esperanza colectiva depositada en el ciclo por venir.
Estas costumbres no son meros actos folclóricos. En ellas se concentran siglos de historia, identidad y reverencia por el entorno. La Pachamama es el corazón espiritual de la cultura jujeña, y su celebración, una oportunidad para reconectar con las raíces, renovar energías y reforzar el vínculo entre las generaciones que conviven con ese legado.
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