Gracias a un proyecto en Jujuy, Argentina duplicará su participación global en el mercado del litio
El país superará el 10% de la producción mundial de litio, impulsado por nuevos desarrollos en el norte argentino. El proyecto Formentera, en el Salar de Jama, es uno de los más prometedores de Sudamérica.
Argentina está dando pasos firmes para posicionarse como un actor clave en el mercado global del litio. De acuerdo con nuevas proyecciones, el país duplicará su participación en la producción mundial del mineral para 2027, superando el 10% del total, gracias al impulso de proyectos estratégicos en las provincias del norte.
El crecimiento de la industria del litio en Argentina está estrechamente ligado a desarrollos en salmueras de alto rendimiento, especialmente en Jujuy, Salta y Catamarca. Entre ellos se destaca el proyecto Formentera, ubicado en el Salar de Jama y liderado por la empresa Patagonia Lithium. En julio de 2025, la compañía informó un aumento del 319% en sus estimaciones de recursos, alcanzando 551.400 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE).
Estudios recientes de resonancia magnética nuclear (NMR) realizados en el pozo JAM 24-01 revelaron niveles de porosidad del 44% y un rendimiento específico del 32%, cifras que posicionan a Formentera como uno de los yacimientos más eficientes del mundo. Estas características, sumadas a la calidad de las salmueras y a una ubicación geográfica estratégica, han despertado un fuerte interés por parte de inversores internacionales.
A nivel nacional, el desarrollo del sector promete un fuerte impacto económico, con la generación de miles de empleos en zonas clave del norte argentino. Otros proyectos relevantes en la región son Cauchari-Olaroz (Jujuy), Sal de Vida (Catamarca) y Centenario-Ratones (Salta), que también contribuyen al avance sostenido de esta industria.
Pese a las buenas perspectivas, el mercado del litio enfrenta desafíos vinculados a la volatilidad de los precios, que durante 2024 y 2025 llevaron a algunas compañías a frenar nuevas inversiones. No obstante, el caso de Formentera demuestra que los proyectos sólidos y eficientes pueden mantener su competitividad incluso en contextos complejos, siempre que cumplan con criterios ambientales y de sustentabilidad.
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