El "regalo" que le dejó La Llorona a un pescador en el dique
Una misteriosa prenda de vestir apareció en un catamarán.
El dique Cabra Corral volvió a ser escenario de un episodio insólito que dejó a más de uno con la boca abierta. En plena madrugada, Cacho, un experimentado pescador de la zona, encontró en la proa de su lancha un objeto que no esperaba ver en sus noches de navegación: una tanga. Pero no cualquier tanga, sino una "usada", según detalló con visible desconcierto.
"No había nadie cerca, la dejé ahí un rato y después la tiré al agua porque me dio mucho miedo", confesó Cacho a los colegas de El Tribuno. La anécdota rápidamente se convirtió en la comidilla de la zona, donde los pescadores no tardaron en sacar sus propias conclusiones sobre el origen de la misteriosa prenda.
Lo cierto es que este tipo de apariciones no son novedad en el Cabra Corral. Varias veces se han encontrado prendas femeninas flotando en el agua o incluso en embarcaciones, sin ninguna explicación lógica. Y claro, cuando la razón no alcanza, entra en juego el mito. Muchos sostienen que estos sucesos están ligados a la versión local de la Llorona, el espíritu de una mujer que, según cuentan, vaga por el dique buscando a su amado infiel, que la habría abandonado en aquellas aguas.
La leyenda se mezcla con otra historia igualmente escalofriante: la Salamanca del dique. Se dice que en las noches de luna llena, en cercanías de la Bahía del Ciervo, se puede escuchar música nativa y sentir un fuerte olor a azufre, lo que indicaría la presencia de don Mandinga en persona. "Se escuchan temas del ‘Payo' Solá, Marcos Tames, Christian Herrera, Lázaro Caballero o del ‘Duende del Bandoneón'", aseguraron testigos con cara de pocos amigos.
Mientras tanto, los pescadores siguen atentos a lo que pueda aparecer en sus lanchas. Porque, aunque algunos se rían, Cacho lo tiene claro: si vuelve a encontrar otra prenda íntima en su barco, esta vez se va a tierra firme sin pensarlo dos veces.
se le cayo a algun pescador mientras se comia la anguila
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