Después de más de 50 años, cierra sus puertas Sabot, un ícono de Jujuy
El histórico local de comidas y café, fundado por la familia Cil, se despide tras medio siglo de historia, dejando recuerdos imborrables para vecinos, artistas y personalidades locales.
Tras más de cinco décadas de actividad, Sabot, uno de los locales más emblemáticos de Libertador, anunció su cierre definitivo. Fundado por Don Cacho Cil, el negocio se convirtió en un punto de encuentro histórico para vecinos, artistas, políticos, deportistas y personalidades locales, quienes compartieron momentos de café, lomitos y milanesas en un ambiente familiar y bohemio.
Según relató Carlos Raúl Cil, familiar de los fundadores, la decisión responde a la actual situación económica que dificulta la continuidad del negocio: "No somos una empresa multinacional y Sabot no está alejado de la realidad que vivimos. Más de 50 años llega a su fin. Se intentó mejorar, pero ya no es suficiente", expresó.
El local, que desde sus inicios funcionó como un espacio de convivencia y socialización, continuó su legado con la ayuda de los hijos y nietas de Don Cacho, así como de su equipo de trabajo, que siempre destacó por su atención cercana y personalizada. Muchos clientes recuerdan la tradicional posta bohemia, donde se registraban visitas de figuras antes de ser famosas en un libro de visitas mantenido por el propio Don Cacho.
La noticia generó gran repercusión entre la comunidad. Vecinos y habituales del local expresaron su tristeza por el cierre y destacaron los recuerdos asociados a los lomitos, sandwiches y el cálido trato de todo el personal.
El cierre de Sabot marca el fin de una etapa importante para Libertador, donde generaciones de familias vivieron historias y anécdotas que ahora quedarán en la memoria de la ciudad.
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