Tras la muerte de Francisco, se activa el milenario y enigmático ritual para elegir al nuevo Papa
El Vaticano entra en una cuenta regresiva cargada de misterio, poder y tradición.
La muerte del papa Francisco no solo conmocionó al mundo: también puso en marcha uno de los rituales más solemnes y secretos de la Iglesia católica. El "interregno papal" -ese período sagrado en el que la silla de Pedro queda vacante- ya está en marcha.
El Vaticano vive horas de tensión, con cardenales de todo el mundo movilizándose hacia Roma. Mientras el cuerpo del papa es preparado para ser expuesto en la basílica de San Pedro, multitudes se agolpan para darle el último adiós, tal como ocurrió con Juan Pablo II en 2005.
Durante nueve días, conocidos como los Novendiales, se celebrarán misas diarias mientras el Vaticano llora a su líder.
Pero el dolor convive con las intrigas: ya se rumorea quiénes podrían sucederlo, y los movimientos en la sombra entre los sectores progresistas y conservadores ya comenzaron. El funeral deberá realizarse entre el cuarto y el sexto día tras su muerte, y el entierro será en las entrañas de San Pedro, junto a otros papas.
Luego, todos los cardenales menores de 80 años -los llamados "príncipes de la Iglesia"- se encerrarán en la Capilla Sixtina, lejos del mundo exterior, sin teléfonos ni contacto con nadie. Solo humo blanco o negro dirá al mundo si hay Papa o no.
El cónclave puede durar días o semanas. Nadie puede prever cuánto tardarán los cardenales en ungir al nuevo líder espiritual de más de mil millones de fieles.
El mundo observa en vilo. La Iglesia está de luto... pero también en búsqueda.
¿Quién será el próximo en portar el anillo del pescador? ¿Quién se atreverá a llenar el enorme vacío que deja Francisco?
El misterio del Vaticano apenas comienza.
Comentarios