Su papá murió, una patada lo retiró del fútbol y ahora se dedica a la música

Iván Cassetta tiene solo 25 años, pero una vida atravesada por el dolor, los sueños rotos y una resiliencia que emociona. Nació en Wilde, partido de Avellaneda, es el mayor de cuatro hermanos y, tras una historia cargada de golpes duros, hoy está a punto de lanzar su primer tema musical bajo el nombre artístico de KZ. Su debut se titula "Andamos Full", una potente fusión de RKT y funky brasileño que, más allá del ritmo, encierra un mensaje de lucha, transformación y esperanza.

Una pérdida que marcó su vida para siempre

A los 13 años, Iván enfrentó uno de los momentos más difíciles que puede atravesar una persona: su papá, Martín, se suicidó tras una fuerte discusión familiar. "No me lo veía venir. Fue duro", recuerda. Sin embargo, no se quedó con la herida abierta, sino con lo más valioso: los recuerdos felices.

"Le prometí que iba a llegar lejos. Y hace poco sentí que él estaba conmigo, apoyándome", expresó con emoción.

Antes de la tragedia, su vida estaba enfocada en el fútbol: jugaba de lateral derecho en las inferiores de Independiente, y soñaba con llegar a Primera, bajo la dirección técnica del Turco Mohamed.

Una patada que lo alejó del fútbol... y lo acercó a la música

A los 15, una patada en pleno partido cambió su destino para siempre. Una lesión grave en el tobillo lo obligó a abandonar el fútbol profesional. "El tobillo era una bola. Me pusieron yeso y después me dijeron que ya no podía jugar en alto rendimiento", relató.

El golpe fue duro, pero no lo venció. Iván eligió un nuevo camino para canalizar su historia: la música. Y allí, descubrió un poder que no había explorado del todo.

"En los momentos oscuros, la música me ayudó a desahogarme. Me salvó. Transformé todo lo negativo en arte", afirmó.

Hoy, lleva tatuado en el cuello el lema que define su vida: "Imposible", pero con la "I" y la "M" tachadas. Porque para él, todo es posible si hay constancia y corazón.

KZ: el artista que canta lo que vivió

Con un estilo que combina reggaetón, cumbia, trap y funky brasileño, KZ apuesta a una carrera auténtica, sin máscaras ni versos vacíos. Cada canción es una herida sanada, cada letra es un recuerdo que late. Su primer tema, Andamos Full, nace de un momento personal muy difícil, y ya prepara una canción dedicada especialmente a su papá.

"Siento que cada vez que me caí, él estuvo ahí. Todo lo que me pasó está en mi piel y en mi música", aseguró.

KZ, su nombre artístico, es más que una sigla: es una forma de honrar a su padre y mantenerlo presente en cada paso del camino.

Entre sus referentes, Iván menciona a Peipper, con quien sueña colaborar algún día. Su objetivo es claro: hacer música con sentido, que inspire a otros y que, como le pasó a él, pueda ayudar a quienes atraviesan sus propias batallas internas.

Con una energía única y un mensaje profundo, "Andamos Full" será el primer capítulo oficial en la historia artística de KZ, un joven que supo convertir el dolor en potencia creativa. La canción, que fusiona lo bailable con lo emocional, promete conectar con una generación que busca algo más que simples beats.

KZ no es solo un artista emergente. Es una historia de superación, talento y amor convertido en música. Y está listo para que todos lo escuchen.